El Ministerio del Trabajo, a través del SNPP, y el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH) firmaron un convenio de cooperación para poner a disposición un apoyo financiero para el respaldo del emprendedor, egresado de esta casa de estudio.
En un hito significativo para el desarrollo económico y el impulso a los pequeños emprendedores, el Ministerio de Trabajo, representado por la ministra Mónica Recalde, el Director General del SNPP, José Cogliolo y el Crédito Agrícola de Habilitación, liderado por la presidenta Amanda León, han firmado un acuerdo interinstitucional que activará el producto Ñepyrũrã 2.0. Esta iniciativa representa la evolución del programa de asistencias financieras que ha sido gestionado conjuntamente por el Crédito Agrícola y el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP).
La firma del convenio marco de cooperación, inicialmente suscrito por las mencionadas autoridades, fue seguida por la formalización de un convenio específico. Este acuerdo sienta las bases para una colaboración estrecha entre las entidades, con el objetivo de fortalecer el acceso al crédito para emprendedores.
Según el convenio, el Ministerio de Trabajo, a través del SNPP, asume la responsabilidad de proporcionar la nómina de posibles beneficiarios que podrán acceder a los créditos ofrecidos por el Ñepyrũrã 2.0. Este compromiso busca identificar de manera efectiva a aquellos emprendedores que han completado con éxito cursos relevantes del SNPP, brindándoles la oportunidad de impulsar sus proyectos con el respaldo financiero necesario.
Por su parte, el Crédito Agrícola se compromete a elaborar planes de negocio personalizados y a analizar detenidamente las solicitudes de crédito presentadas por los emprendedores beneficiarios. Esta evaluación se realizará en base a los listados de egresados de los cursos del SNPP y se alineará con las líneas de financiamiento y rubros acordados en el marco del convenio.
Además, el Crédito Agrícola asumirá la tarea de habilitar líneas de crédito a través de los Centros de Atención al Cliente, otorgándolos con base en un análisis integral de los antecedentes crediticios, la capacidad de pago y las capacidades de los beneficiarios. Este proceso también considerará el potencial técnico y financiero de las actividades a ser respaldadas, todo ello en función de la disponibilidad de recursos financieros de la institución.
En resumen, este acuerdo interinstitucional marca un paso fundamental hacia la generación de oportunidades concretas para los emprendedores, brindándoles el apoyo necesario para materializar sus proyectos y contribuir al desarrollo económico sostenible del país.